pozo Macondo el antes y el después de la perforación en aguas profundas


En la interesante investigación que la National Geographic vierte en sus paginas de su numero de este mes de Octubre acerca del acontecimiento en la DeepWater, se aporta la información de que el pozo Macondo enfrento muchos problemas durante su etapa de perforación, se perforo inicialmente vertical, se atasco barrena y herramienta de rescate y lo desviaron. Hubo dificultades de control durante la perforación que cambiaron el diseño del programa original, todo esto retraso tiempo de conclusión estipulado en el contrato y BP estaba ya perdiendo dinero en ese pozo semanas antes del desastre.

Tratemos de imaginar esas condiciones como los responsables y trabajadores involucrados en ese pozo, tal vez la urgencia de poner a producción el pozo y la relativa baja probabilidad (considerada en 2% hasta antes del accidente) de que sucediera un accidente de magnitudes tan grandes como las que ocurrieron (4.5 millones de barriles de petróleo al mar) restaron la atención en los procedimientos de seguridad y revisión, para priorizar la terminación del pozo.

En los pasos finales de la construcción del pozo se aligero la columna de fluido cambiando de lodo bentonitico a agua de mar, la teoría del origen de la explosión supone que una mala cementación admitió una burbuja de gas al pozo que no pudo ser controlada por la falta de una válvula de tormenta y fallo en la reacción del preventor de corte estallando en superficie, el resto de la historia ya todos la conocemos...













Creo que la perforación en aguas profundas hace después de esto (por desgracia) un alto para reconsiderar que objetivo debe perseguir como éxito, la terminación rápida de los pozos asumiendo riesgos de operación ó maximizar la seguridad en cada procedimiento aunque suponga mayor tiempo y gasto para la ejecución.

Es definitivo que aunque gravisimas las consecuencias de este desastre, la perforación en aguas profundas no se detendrá ni aminorara después de esto, por el contrario aumentara en un futuro próximo. Pero lo que si podemos evitar es que cosas como esta vuelvan a suceder en cualquier otra parte del mundo cambiando algunos parámetros de diseño y priorizar que se obligue la inclusión de otros más en cualquier diseño como podría ser (se me ocurre): la de un revestidor desde el fondo hasta superficie, exagerar la cantidad de centradores y verificación de la calidad de la cementación, juego de preventores en lecho marino y otro en base de plataforma, sensor de alarma de tolerancia de presión en fondo y profundidad media del pozo, cambio de fluido de lodo de perforación a agua para terminación manteniendo el pozo re-presionado con bombas activas en superficie. Si las válvulas de tormenta han demostrado no cerrar efectivamente o un sistema de accionamiento fallido, tal vez pensar en un dispositivo de tipo explosivo para cerrar el pozo no sea tan descabellado. Desarrollar simuladores de perforación que incluyan variables operativas para el análisis de diferentes escenarios, etcétera.

Pero lo más importante es no relajar en el futuro la importancia de la seguridad cuando el paso del tiempo y la costumbre nos hagan pensar que problemas como el que se acaba de vivir parecen distantes. En ocasiones la confianza en la capacidad incrementa el potencial de riegos que se piensan bajo control.

Fuente:
Les recomiendo mucho la lectura del reportaje de la National Geographic de este mes de Octubre "El golfo del petróleo" de Joel K. Bourne, Jr. Adjunto a la revista viene un excelente mapa del Golfo de México en el que se aprecia con claridad la enorme diferencia de los ritmos de explotación de petróleo entre EU y México.

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